martes, 6 de mayo de 2014

FRUTOS DE LA SELVA


Las princesas del bosque


Ungurahui, camu camu, aguaje, copoazú, arazá o cocona. Aunque estas parezcan las entradas del
diccionario de alguna extraña lengua, se trata de los nombres de las más apetitosas frutas silvestres
que la Amazonía ofrece a los viajeros.
Cuando instale sus reales frente al río ni se le ocurra pedir una chicha morada, una burbujeante
bebida gaseosa, o algo tan fútil como una manzana, eso sería más que un pecado mortal. La selva
peruana posee un sinfín de frutas, la cual más sabrosa y nutritiva, con las que los pobladores
locales preparan los más refrescantes jugos, helados y postres. Es más, el sabor de frutas como el
camu camu y el aguaje está dando la vuelta al mundo de la mano de los más prestigiosos cocineros.
Tomemos el caso del camu camu –que hoy se encuentra con facilidad en mercados y autoservicios
de las principales ciudades del país. Esta fruta ribereña, redonda y de cáscara roja, posee treinta
veces más vitamina C que la naranja, y es actualmente muy apreciada en sitios tan lejanos como
el Japón. La misma suerte ha corrido el aguaje, fruto de una alta palmera que crece formando
grandes bosques que permanecen inundados durante varios meses al año. Tras su áspera cáscara
granate descubrimos una sabrosa pulpa de un amarillo brillante. En ciudades como Iquitos, el
aguaje se encuentra en casi cada esquina en forma de jugo o ‘aguajina’ o como ‘curichis’, chupetes
que son vendidos principalmente por niños y mujeres.
Otra curiosa fruta consumida habitualmente es el macambo, un pariente cercano del cacao –otra
de las frutas emblemáticas de la Amazonía que mueve un negocio de 500 billones de dólares al
año– cuyas semillas o ‘pepas’ son asadas en una parrilla y vendidas como una suerte de ‘pop corn’
charapa.
Pero la lista no se acaba ahí, por ejemplo, solo en Iquitos se consumen 193 especies de frutas
silvestres, de las cuales 139 son recolectadas por los pobladores en rodales naturales, es decir,
de forma ‘orgánica’ ya que las plantas no han tenido intervención humana para su crecimiento.
Algunas frutas amazónicas sorprenden por su alto contenido de vitaminas como A y C, así como
aceites, minerales, proteínas y carbohidratos. Por ejemplo, el aguaje posee cinco veces más
vitamina A que la zanahoria.
Actualmente, muchas comunidades amazónicas están involucradas en proyectos de desarrollo
sostenible con frutos silvestres y están cosechando sin talar los árboles y palmeras a la vez que
aumentan sus ingresos de forma significativa. De esta forma ganan el bosque y su gente, así como
los viajeros que colaboran al saborear un fruto cosechado sin dañar la Amazonía.

AUTOR : EDGAR A. CONDORI ZEGARRA


1 comentario:

  1. Lo frutos de la selva deben ser reconocidos en la dieta alimentaria de los pobladores de esta región. Responsabiliad e las autoridades.

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